Precisamente, de época ibérica y de la posterior romanización se encuentran abundantes restos arqueológicos por todo el término: poblados como el de El Palau y El Tossalet; lápidas con inscripciones, restos cerámicos y metales en el Corral de Royo, Pulpis, Irta y Xivert; monedas romanas en Regalfarí, Alcalà y en Xivert; y enterramientos dispersos en Capicorb, Palaba y Alcossebre, que demuestran una densa red de poblamiento en dicha época. Especial importancia tiene el yacimiento de la necrópolis de La Solivella, excavado de urgencia en 1961 tras su descubrimiento fortuito arando un campo y que constituye una de las necrópolis ibéricas más antiguas, de entre los siglos VI-V a.C, de todo el ámbito cultural ibérico. En la actualidad se conservan los restos arqueológicos, compuestos por urnas funerarias y ajuar diverso (armas, fíbulas, brazaletes, etc.) en el Museo de Prehistoria de Valencia.