Alcalà-Alcossebre ultima la vigilancia de las playas a través de drones
Se prevé que a mediados de julio puedan comenzar los vuelos.
Cinco agentes de la Policía Local se han formado para poder pilotarlos.
El Ayuntamiento ya los adquirió con anterioridad y aprobó el reglamento de uso.

Cinco agentes de la Policía Local de Alcalà-Alcossebre han finalizado su formación para poder pilotar los drones propiedad del consistorio y poder utilizarlos para controlar el aforo y que se cumplen las normas de distanciamiento social en las playas del municipio. Tras la formación por parte de los agentes encargados, es necesaria una autorización por parte de AENA, que se prevé se expedirán en las próximas semanas, para iniciar los vuelos. De esta forma, la previsión de inicio de los vuelos es para mediados de julio. A través de las cámaras instaladas en los drones podrá controlarse el aforo de las playas y tener una visión clara sobre posibles incumplimientos de las distancias de seguridad. Además, los dispositivos llevan incorporada megafonía para poder realizar advertencias a la población y pedirles que cumplan con las normas fijadas dentro de las medidas anti-COVID-19.

“Pensamos que el uso de estas nuevas tecnologías puede resultar muy útil para controlar el aforo y tomar las medidas oportunas de forma rápida, en caso de que hubiera algún problema”, ha explicado el Alcalde Francisco Juan. “El Ayuntamiento ya adquirió los dispositivos el año pasado y en enero de este año aprobamos el reglamento interno para su uso. La formación de los agentes se ha realizado tan pronto como lo ha permitido el desconfinamiento y esperamos que en pocos días puedan entrar ya en uso”. En el reglamento interno para drones, además del control de playas, otros usos previstos son los de control de explotaciones de explotaciones agrícolas y ganaderas, pozos de riego, accidentes geográficos como ramblas, barrancos y el paso del río San Miguel, así como enclaves con importante riqueza patrimonial. Otros usos previstos son el control de quema de podas no autorizadas y, sobre todo, el uso disuasorio sobrevolando zonas hortofrutícolas, sobre todo en las épocas de cosecha, para evitar los robos, como una medida más de seguridad.